lunes, 26 de abril de 2010

Dr. Burdes

Mèdico perteneciente a la comunidad judìa, que llegò a Zapala a principios del siglo 20.

Su renombre està dado por la dedicaciòn que puso en su profesiòn, trabajando las 24 hs del dìa sin preocuparse por el cobro de las consultas.

Cuentan los vecinos, que en los casos en los que advertìa que la familia era de escasos recursos, les dejaba el dinero para los remedios en la mesa de luz.

Tuvo uno de los primeros autos de la ciudad, y cada fin de semana, pasaba a buscar a los niños del barrio para llevarlos a pasear, y luego en la casa de algùn vecino, se bajaba a tomar un vermouth, para que a los niños les dieran una copa de leche.

Vivìa en el lado viejo, cerca de la plaza que hoy lleva su nombre. Su propiedad se extendìa en la esquina que hoy ocupa el ala de pediatrìa de la Clìnica Zapala, es decir sobre la calle Roca, y Candelaria.

Falleciò en 1960, producto de un infarto, y la anècdota que lo pinta como persona, es que al momento de sentir que tenìa un ataque, en plena calle, lo para una vecina preguntàndole si podìa hacerle una consulta, con un infarto en ciernes, igualmente se parò y le dijo-"Puede ser en un rato, porque estoy por infartarme"-

El dìa de su muerte, todo el pueblo lo llorò, porque era el Dr. Bourdes, el que no cobraba la consulta, el mèdico de vocaciòn pura, el amigo de todos.

La Plaza que hoy lleva su nombre, ubicada en las calles Elordi, entre Luis Monti y Candelaria, hoy es ademàs, una plaza integradora, dònde los niños que tanto èl amaba, esperemos, jueguen y sean felices con el simple hecho de compartir un espacio y compartirse como seres humanos.



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